A veces se llora
A veces se llora Se llora de alivio, de recuerdos del río vivido. Se suspira con frescura, pues hasta que de nuevo se pueda. No siempre por tristeza o de alegría, sino por las cosas retenidas, por olvidos y cosas que uno ni recuerda. A veces se llora porque se entierra o se desentierra. No importa en qué materia, dónde sea o cómo sea. Se pierde o se recupera, porque sales de algo o recién se entra. A veces se llora porque más que un lamento es una oportunidad que no espera: dejar salir todo, así la carga se aligera. Así, empezar de cero y resistir nuevamente, se pueda lo que se pueda. — Paolo Gastello Mazzei