Sigue Soñando.


Las luces color ámbar pasaban una y otra vez contrastados por el mar, ya era más de media noche. El calor era leve así que abrí la ventanilla. Me encontraba en el lado derecho del asiento trasero mirando el cielo y la ausencia de sus estrellas, la brisa marina era suave y el camino despejado. Por momentos miraba dentro del viejo Dodge Charger color negro donde me situaba. La falta de luz solo me permitía observar las tres siluetas que me acompañaban en el espacioso auto. Me sentía muy cómodo. No sé si era por el alcohol en la sangre o porque me gustaba mucho el momento, pero aun así no dejaba de mirar hacia fuera, no me sentía pertenecer al grupo, nunca sentí pertenecer a alguno, y realmente empiezo a creer que no pertenezco a ningún sitio.

Que era lo que me tenía tan pensativo. Que o quien no lo sé. Puedo llegar a disgustarme cojudamente si empiezo a profundizar mis pensamientos, estar cerca de ciertos temas en mi cabeza es tan peligroso como andar por los pasadizos de un sanatorio mental con habitaciones medio abiertas en plena madrugada. Trataba de decirme a mi mismo que disfrutaba mucho más el camino que recorría que al sitio donde nos estábamos dirigiendo, tal vez no quería ir para allá, sé también que lo pensé muchas veces antes de subir al auto, mucho antes de salir de mi habitación, cuando me tomaba esos tragos en Yacana en el centro de la ciudad, y lo pensé mucho más antes de meterme esos tiros de coca antes de subir a esta lancha con ruedas llamada automóvil.

– “Can you feel a little love?” (¿Puedes sentir un poco de amor?) – Sonaba de forma siniestra por la radio, justo en el momento en que mis pensamientos se detuvieron. Tomé un respiro, inhalando profundamente, justo y preciso para pronunciar lentamente la frase que seguía en esa maldita canción – Dream on… dream on. (Suéñalo… suéñalo.)

Me tocaron el hombro para decirme si quería otro toque más, me negué pidiendo la botella de whisky. No necesito de tanto estimulante. El camino y la música son suficientes para mí, no me siento con ausencia de fuerzas. ¿Por qué debería sentirme afectado?, ¿Acaso a alguien le importa lo que me preocupa?, ¿por qué debería de preocuparme por alguien? Mi expresión de asco le podría explicar a cualquiera que había entrado a la habitación más oscura del sanatorio, en el pasadizo subterráneo. El vacío se apoderaba de mí como si hubiera entrado en algún trance, en la seducción de alguna maldad, de algún pecado siniestro que se iba reflejando en mis ojos. La razón y todo principio fallecían a merced del instinto. Me di cuenta que no hay motivos para seguir pensando en los demás. Las últimas imágenes que tenía en mi mente de Lorena, su cabello castaño, su cuerpo desnudo dándome la espalda, haciéndole el amor a la única mujer que sentí que había amado con más fuerzas de las que podría tener en esta dimensión. Todo eso se desintegraba quemándose una a una como fotografías juntas en un tacho de basura llamado corazón.

Mi mirada se fue hacia un lado saboreando el último sentimiento vivo que aun yo mantenía en mí junto con esas imágenes. La pena se diluía por cada herida que aún no cerraba, ya no quemaba como antes, ya no sentía daño, me di cuenta que ya nada podía. Cada espesa gota atravesaba los asientos, el suelo y se perdía en el camino, todo en mi se volvía ausente.

Ya nada importaba, no tenía sentido el creer, sentir, considerar. Podría hacer lo que me venga en gana y ni siquiera importarme el resultado. Haría lo que quisiera y lo necesario para conseguirlo. -¡Donde mierda está la botella! – Grité estirando el brazo hacia el copiloto para obtenerla pronto y tomarla de pico. Podría decir que me sentía diferente y me gustaba, me sentía perdido e insensible en la nada, pero dueño total de ese universo existente alojado en mi pecho. Alguien me dijo una vez que mis ojos tenían un brillo muy extraño al mirar y estaba segura de no haberlo visto antes, pero esa ya es otra historia.

El alcohol había vuelto a reemplazar mi sangre luego de unos cuantos sorbos, la música estaba a un mejor volumen, el auto aumentaba de velocidad y el aire en mi rostro llegaba con más fuerza. La noche se tornaba de un negro rojizo; las nubes negras habían aplastado las estrellas hasta desangrar y la luna se complacía de ello. Es como si hubiera matado una parte de mí para sobrevivir en esta jungla interiorizada, ¿es porque crucé esa puerta? Ahora todo se veía diferente, es el mundo que yo necesitaba, es todo lo que podía esperar.

Después de recorrer todo el circuito de playas tomamos la entrada hacia barranco y avanzamos unas cuantas calles más. Nos estacionamos cerca de la casona donde era la fiesta, todos salieron rápidamente gritando con euforia encontrándose con los demás en la entrada. Yo me quedé un rato más apoyando los brazos y la cabeza en el respaldar delantero, como descansando de una deliciosa transformación. Por la ventana se podía ver una figura femenina acercándose, la silueta muy bien definida era gracias a las luces que venían de la inmensa casa, llegó hasta la puerta para que pueda apreciar por la ventana gran parte de su delgada cintura. Abrió mi lado de la puerta y se agachó para observarme. – Mmm…, tiempo sin verte Gabriel ¿Dónde te has metido? – Dijo con ese acento francés, distanciado del español, pero presente. Sus ojos egipcios se hicieron presentes otra vez. Yo giré hacia ella y la miré sin pronunciar palabra alguna.
– Tienes un brillo muy extraño al mirar, no recuerdo haberte visto así cuando te conocí. ¿Qué ha pasado contigo?

Entonces sin poder evitarlo una sonrisa lujuriosa y malintencionada se dibujaba en mi rostro mirándola de una forma tan adictiva y peligrosa como el vampiro que se obsesiona de su víctima. El arrepentimiento de su invitación a aquella fiesta había desaparecido unas calles atrás.
 
- Que puedo decirte Minna, tendrías que caminar en mis zapatos – Le dije, mientras imaginaba todo lo que podría suceder en esa dulce noche roja.
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Dream on - Depeche Mode

Comentarios

horoscopo gratis ha dicho que…
me gusto mucho tu blog esta muy bueno

saludos
Unknown ha dicho que…
No he probado alucinógenos, pero te gusta escribir mientras viajas? Y si bueno he de vonfesar que mientras viajas te inspiras.

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