Encantos Salvajes

Como cada noche cuando entra al lugar da una calada al cigarro, mientras sobre mira el lugar. Con sus pasos va marcando la música, sus miradas son lentas, no se preocupa, apaga el cigarro mientras se apoya en la barra, se haya nuevamente sumergido en lo que él no eligió ser su vida.

Pide un trago sin quitarle la vista a la misma camarera y pide siempre lo mismo; un chilcano para empezar, es un ritual que se marca y cumple. 

Bebe para olvidar lo que sabe que pasará cada noche. Gabriel, un nombre algo común, pero con un significado diferente al angelical que tiene aun cuando lo pronuncias, un nombre un buen disfraz, quien diría que este rostro de niño solo sabe consumir la vida para tratar de llenar un vacío.

Hay un momento  donde respiro hondo. Entre cierro los ojos y solo pienso que un día de estos todo ya pasará. La melancolía es solo una niebla tibia y acogedora, que como aquella isla en la historia de Odiseo donde cada día es en realidad un año, así que los días son cortos y las noches muy largas. Noctambulo, el día solo cierra mis ojos, la gente puede verme pero la noche me viste mejor, quien diría que un solo chico lleva al diablo hasta en la saliva.

Al día siguiente mis ojos se abren en cada ocaso para despedir al sol, ya acostumbrado siempre a las despedidas, abro la congeladora y solo hay chifa y cerveza. - Genial, el desayuno de los campeones. Así que solo espero a que el reloj marque las 10pm nuevamente para que el suelo bese mis zapatos.

Solo un aspecto de mi vida no puede ser juzgado sin antes conocerme a fondo, mis pensamientos albergan mi mente curiosa, mi sed insaciable de conocer la vida y lo que siempre puede ofrecer grande o pequeño lo quiero todo mientras voy consumiendo lo que me rodea. Es lo que necesito.

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Wild Charms - The Kills.